Una aproximación al concepto de abundancia (006)

Primeras ideas sobre la abundancia

Cuando uno piensa en la abundancia, piensa en cantidad, en mucho de algo, en excedentes. Efectivamente se puede decir que la abundancia en esencia tiene que ver con ello, pero en general se tiene esa percepción limitada al plano material o tangible.

Vienen tiempos de abundancia en lo material…cada vez más personas con foco en futuros posibles hablan de algo que va más allá de la abundancia, hablan de la hiperabundancia o sobreabundancia, es decir una realidad en la que los mercados económicos ya no funcionarán con las lógicas de escasez, es decir la de crear abundancia en un lugar del mundo a costa de escasez en otro. Parece que al sistema económico en base a la deriva que va tomando con el abaratamiento de la producción y en consecuencia del consumo, requiere cada vez más de una ampliación del volumen de mercado. Es decir que cada vez sea más interesante la idea de que toda la población mundial participe activamente en los mercados de consumo, lo que hará que la producción se multiplique con la automatización y robotización, los precios de los bienes tenderán a caer cada vez más, al igual que los salarios, y el número de los puestos de trabajo. Esto propiciaría que el concepto de renta básica universal (RBU) tuviera sentido para que la mayor parte de la población disponga de dinero para participar en el consumo. De este modo parece que la RBU cada vez sea más una herramienta clave para afrontar ese posible futuro en las próximas décadas que ya parece apuntar las tendencias.

En mi opinión, esta sobreabundancia me genera dudas, pues si bien suena genial la idea de la democratización del consumo, creo que puede ser contraproducente si no se cambian antes muchas lógicas de raíz. Un ejemplo es lo que ha supuesto la democratización del automovil. Al final el exceso de coches se esta convirtiendo en un problema de salud pública en las ciudades a nivel global. Cambiar de enfoque de la propiedad al acceso es un modo de remendar el error hacia otras lógicas. De no generarse esos cambios de raiz, repetiriamos los mismos errores pero ahora a una mayor escala… Si o si, necesitaremos cambiar nuestros estilos de vida hacia estilos de vida más ecológicos, minimalistas y colaborativos de modo que podamos transformar los modelos de consumo y de producción convencionales.

Sobre otro tipo de abundancia que es clave y sus dificultades

Más allá de la percepción materialista de la abundancia, existe otra percepción no tangible sobre la misma que al ponerla en valor será realmente transformador en el sentido de que podría marcar una gran diferencia en la calidad de vida, es la idea de convertirse en un ser humano abundante.

Escuché en una charla de Suzanne Powell, experta sobre el concepto de abundancia, que decía, Abundancia es tener hoy lo que necesitas hoy para hacer lo que tienes que hacer hoy.” Es decir una abundancia basada en la suficiencia teniendo lo que necesitas, es decir, no teniendo ni más ni menos de lo que necesitas pues tanto por exceso como por defecto, ambas situaciones generan problemas. Por eso, por ejemplo cada persona tiene su punto de equilibrio con respecto al dinero, una idea interesante que comprendí con la lectura del libro “El alma del dinero” de la autora Lynne Twist.

Entonces, me surge la siguiente pregunta. ¿Podríamos diseñar una sociedad aproximandose a este principio de abundancia-suficiencia?.

Objetivamente la abundancia es posible, pero subjetivamente se complica por varias razones que considero a continuación:

Por un lado se requiere de un cambio cultural y de creencias colectivas e individuales importante, que propicie con ellos unos cambios de hábitos. Por ejemplo, un cambio de creencia o de paradigma importante en relación a este principio sería dar más importancia al acceso de un bien o recurso que a la propiedad del mismo. Es decir que el acceso sea más atractivo que la propiedad de un bien o recurso tangible o intangible. Esto implicaría una cultura más desapegada del sentido de la propiedad, y a la vez más comprometida y responsable con el custodio o cuidado de dichos bienes o recursos, propia de una sociedad evolucionada y madura.

Por otro lado la abundancia se complica cuando se parte de una sociedad que en sus bases no es igualitaria al menos en aspectos fundamentales como tener por igual todas las necesidades humanas básicas o fundamentales cubiertas es decir disponer de un nivel de calidad de vida y seguridad similar en lo fundamental. Esta desigualdad de base hace que diferentes clases sociales o generaciones  dispongan de una clara ventaja en las posibilidades de participar en el juego de la abundancia. Como ya comenté en el anterior post ¿Escasez o abundancia? ¿desde dónde empezar?

…Sin embargo el caso de las personas senior (de más de 50 años) que forman comunidades cohousing, son personas con una vida más estable y habitualmente con recursos y patrimonio que tienen la inquietud de subir a otro nivel de vida. Personas que aunque ya tienen cubiertas sus necesidades, buscan un nivel de vida de mayor plenitud teniendo en perspectiva un mejor modo de satisfacer las necesidades asociadas a la tercera etapa de la vida que afrontar a medio o largo plazo junto a otras personas afines con quienes elige convivir. Sin duda, son dos perspectivas diferentes, unos emprenden una comunidad desde la carencia o necesidad de supervivencia y los otros desde la abundancia de tener aquello que necesitan en el momento que lo necesitan.

Una sociedad de abundancia

Por lo tanto, una sociedad de abundancia y prosperidad, implica por un lado un cambio cultural y por otro la base de una sociedad más igualitaria en la calidad de vida no tanto en el plano material o de propiedades, pues al final la riqueza se manifiesta en muchos y diversos ámbitos de la vida tanto inmateriales como materiales, por lo que una vida plena y abundante es una vida equilibrada y prospera en cada ámbito de la vida, siendo la confianza, el amor,  el tener un propósito de vida y el dinero como energía, algunos de los elementos fundamentales para que la abundancia se expanda realmente desde las personas y entre las personas.

Una sociedad de abundancia no la marca su PIB (producto interior bruto) sino el numero de personas ilusionadas que viven una vida con propósito orientada a mejorar su vida, la vida de los demás y la del planeta en el que vivimos.

La abundancia empieza desde el interior de cada uno, cuando adquieres el poder sin limites que supone ser capaz de controlar y dirigir tu propia mente para transformarte y cambiar la interpretación de lo que te sucede o haces con lo que te ocurre manteniendo una continua conversación hacia dentro y hacia fuera de ti mismo. Una conversación que te hace adquirir y compartir hábitos de abundancia que configuran la actitud ante la vida.

Cuando te conviertes en abundancia das porque eres abundante, no puedes evitar ser lo que eres, das sin condiciones para mejorar la vida de los demás, sin esperar nada a cambio por que das y actúas de acuerdo a lo que eres, aquello con lo que te expresas.  Vivir esa abundancia es como respirar, es inevitable. Te conviertes en una fuente inagotable de la que emana tu expresión del ser, dejando huella en los demás. Cuando vives desde esta posición, la abundancia del universo antes o después pasará a través de ti y es inevitable que entonces la prosperidad y generosidad se expanda a través de ti a tu entorno.

Por mi parte voy explorando ese camino y en relación a esto, os recomiendo la lectura del libro Vivir con Abundancia de Sergio Fernández y escuchar ésta entrevista que hace la escritora Vanessa Gil  al propio Sergio Fernández, con el título de «el esfuero de los árboles», una bonita metáfora de que algo tan pequeño como una semilla puede convertirse en un gran árbol que a su vez contribuye a cocrear un gran bosque un ecosistema fértil y abundante donde más seres se desarrollan. Y todo ello a través del mínimo esfuerzo, desarrollando tu ser con tu propósito de vida, siendo este desarrollo una cuestión de horas pero no de esfuerzo o sacrificio, pues piensalo… el árbol no se esfuerza en ser lo que es, simplemente crece haciendo lo que es generándo tanta abundancia y prosperidad a su entorno.

¡Hasta la próxima!

Carlos G. de Juan

Publicado por Carlos G. de Juan

Creativo cultural y autor del libro “Llamada Milenio – Una vida diferente”.

Dejar un comentario